Silvestre Byrón on Sat, 6 Mar 2004 10:36:39 +0100 (CET)


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[nettime-lat] EAF - “Campos Bañados de Azul” en el Verano Porteño III


                 EAF Once Ediciones
              "Campos Bañados de Azul"
                en el Verano Porteño  
                         III 

     Domingo 7/3, 23:00 hs., inaugurando la Ciudad
Cultural Konex.
     Exhibirán el tele-film experimental "Campos
Bañados de Azul" (Filmoteca 1971-EAF 2001)interpretado
por Juan José Navarro, Dora Malagrino, Miguel Riglos,
Abel Darío, Martha Kott y Alejandro, en el Festival
Verano Porteño.-
     -------------
     Romanella Lopreste, prod. CORTOS I-SAT
     54 11 45 46 88 17
     Fundación Konex      
     http://www.fundacionkonex.com.ar/index.asp
     -------------
    Reeditada en distintos soportes (1976; 1988; 1991;
1998 y 2001) fue vista en fílmico y vídeo, cable e
Internet, solicitada por colecciones privadas y
centros de estudio e investigación. Copiada y
pirateada entre el revival y la remake configuró un
clásico del experimentalismo. Una saga.-

                   LA PELÍCULA, LA LEYENDA

    TRANSGRESIÓN. Página inédita
    Por motivos acaso imposibles de explicar, nunca se
incluyó este párrafo en la página 63 de
“Transgresión/El extraño caso del actor Miguel
Riglos”:

       “Aquel sábado 14 de agosto haría de nuestras
carreras algo por completo interesante. Y con total
desprecio de los titulares del día:
“Mientras la Junta Militar presidida por el Gral.
Lanusse acordaba el programa electoral, se anunciaban
aumentos salariales de 12 al 25 por ciento para
octubre. A todo esto, Aida Siles daba a luz en un
patrullero. Y en la UOM, la noche anterior, se había
dado un acto donde se reclamaba la entrega del cadáver
de Evita. Entre otras demandas se oyó cantar:
       “-Rucci, Perón, un sólo corazón.
       “¿Artes y Espectáculos? ‘La rondine’ de Puccini
en el Colón, ‘Hair’ en el Argentino, ‘El último de los
amantes ardientes’ de Neil Simon en el Ateneo,
‘Coqueluche’ con Thelma Biral en el Blanca Podestá,
‘Almorzando en el 40 por Florida’ en La botica del
Ángel, ‘Las mariposas son libres’, presentación
teatral de Susana Giménez, ‘La escalera’ de Charles
Dyer en el Liceo, ‘Chúmbale’ de Oscar Viale en el
Margarita Xirgu, ‘El agujerito’ de Luis Peñafiel en el
Odeón y la Carpa del Pueblo con Hugo del Carril y
todo. En revista, ‘Nerón vuelve’ con Le Girls 71. 
“Lavalle ofrecía ‘Monty Walsh’ en el Atlas, ‘Venga a
tomar el café a casa’ en el Hindú, ‘Cuando las mujeres
tenían cola’ en el Iguazú, ‘Love Story’ en el Luxor,
‘Los comandos de Rommel’ en el Ocean y ‘Vida íntima de
una adolescente’ en el Normandie. Más allá de Lavalle,
la noche porteña prometía ‘2001’ en el Cosmos y ‘Los
compañeros’ en el Lorraine.
      “Allí estábamos nosotros. La pandilla Filmoteca
con Juan José Navarro al frente. Y ‘Campos Bañados de
Azul’, flamante”.
      Imagen/Archivo Integral - Extensión Archivo
Filmoteca 1997.-

     COURBET EN FILMOTECA
     La culminación de la película es el encuentro de
Sergio y el personaje-símbolo entre las ruinas. Son
dos planos en los cuales se los ve durmiento juntos.
     Visualmente la escena fue resuelta por un óleo de
Gustave Courbet titulado “El sueño”. La obra se
conserva en el Musée du Petit Palais en París. Más
conocido como “Las amigas”, representa a dos mujeres
desnudas que duermen juntas.
     Aunque en blanco y negro, el óleo fue reproducido
en “La sexualidad” (Janus # 2; 1965) de Planète. A
colores fue reproducida en “Erotic Art of the Masters
the 18th and 20th Centuries” de Bradley Smith.
     Como fuera, Courbet desde la historia del arte,
resolvió la puesta en cuadro y en escena de la “unión
mística” de “Campos Bañados de Azul”.
     Archivo Filmoteca

     CANAL 2 
     Durante marzo y abril de 1971, Riglos había
apremiado el rodaje de “Campos Bañados de Azul” por
dos razones. Primero porque era un telefilm, único en
su género producido en Argentina. Segundo porque él
tenía un contacto en la gerencia artística del Canal 2
de Junín. Por entonces el actor José María Langlais,
cotizado galán de la TV capitalina, estaba tramitando
la compra de dicha estación. Inaugurada desde hacía
seis temporadas se encontraba al borde de interesantes
cambios. Receptiva a formulaciones que le permitieran
reducir costos y producir en pequeña escala. Por una
cuestión de «mcluhanismo», copando el telecine,
Filmoteca era pintiparada para esos cambios. De allí
la urgencia de Riglos por ubicar “Campos Bañados de
Azul” en el Canal 2. Langlais adquirió la estación el
primero de mayo e inició su gestión como
director-propietario. Se proyectó una programación en
vivo basada en la participación de figuras invitadas
de la TV capitalina. Un chasco. Las figuras invitadas
nunca llegaron. El emprendimiento concluyó en un
malogro artístico y financiero. Tampoco Filmoteca
participó. “Campos Bañados de Azul” permaneció hasta
agosto quedada en el montaje. 
     Silvestre Byrón. Transgresión. EAF/Liber, 2002.

     NAVARRO: estética para ATC
     Hollywood halló su perfecta encarnación en George
Hamilton; el Greenwich Village encontró un arquetipo
en Joe D’Allesandro; en cada caso habrá una estética,
un look acorde a cada temperamento. Comercial o
experimental, un precepto contribuirá a modelar un
arquetipo. En ello, las artes visuales -make-up,
fotografía- tienen función. Entre nosotros el caso de
Juan José Navarro será -también- arquetípico. 
     El Star System del Gran Taller se pone en marcha.
Navarro será introvertido, casi timorato, perceptivo,
víctima de la murria pequeño-burguesa; confundido,
desprotegido, como toda su generación. En suma, no
tendrá muchas luces, pero tampoco será un tarado.
Jeans, pelo mediano y pocas complicaciones, compondrán
un look para el protagonista. Su actuación será, más
bien, pasiva. Navarro debe posar, antes que
interpretar; lucir, más que actuar. El close-up
explotará lo mejor que tiene: su rostro; por una
cuestión de metraje, no por censura, habrá algo que no
se explotará: su cuerpo, alto y espigado. 
     Aparecerá con su guitarra: personalmente, oírlo
cantar es una delicia (más por magnetismo personal,
que por técnica, sus baladas, además, serán
estupendas); personalmente habrá que superar su
carácter histérico, absolutamente insuperable.
     El telefilm se estrena -Hi Photography- en 1971,
en dos partes. Un éxito, desde ya. En la primera
parte, los interiores de la casa en que vive, un
triste departamento, serán de paredes blanqueadas,
desprovistas, con arreglo Bauhaus; los personajes
aparecen envueltos en sombras, a lo expresionista. La
segunda parte será peor: Navarro aparece con un
espíritu (Alejandro) que lo inicia en una nueva vida,
en una ruina señorial; accesis, en todo caso, al
vitalismo, al arte real. Aquí la estética gira al
simbolismo. También, al “cine absoluto”.
    “Campos Bañados de Azul”, como sabemos fue un
éxito. Hasta 1976, cuando obtuvo un diploma en un
festival de cortometraje (a nombre de Miguel Riglos,
su art-director). Desde entonces, no se volvió a ver. 

     Pájaro de Fuego # 32. Buenos Aires, 12/80. 

     TRANSGRESIÓN
     Después de Jorge Coscia, el colaborador de Filmo
(Filmoteca) que más alto “llegó” en su carrera, figura
Juan José Navarro. Tras su performance de 1971 en el
cine y el café-concert, debutó junto a Martín “Poni”
Micharvegas en 1973. Tres temporadas después volvería
al teatro dirigido por Jorge Mazzini en una comedia
musical: La cenicienta, sobre el cuento de Perrault,
con Carlos Gross, Amanda Beitía, Miriam Perazolo,
Marta Roldán, Pilar Padín, Ernesto Larrese, Alberto
Denis y otros. Un año después integró más de un
elenco. El de “Eqqus” bajo dirección de Cecilio
Madanes con Miguel Angel Solá y Duilio Marzio y, más
tarde, con Adrián Ghio y Fernando Labat. Y el de
“Chicago” con Nélida Lobato y Ámbar La Fox, Juan
Carlos Thorry y Marty Cosens; Navarro personificaba a
Fred Casely. También debutó en el Pigalle con “Leonor
vs Benedetto”. En 1978 un crítico de Confirmado halló
“sobresaliente” su actuación junto a Leonor Benedetto.
Ya Stevanovich le encontraría una “pequeña mención”
por su trabajo en “Chicago”.
     Una vez, quizá recordando “Campos Bañados de
Azul”, me preguntó si no tendría un papel para él.
Quería volver.
     Silvestre Byrón, op. cit. página 135.

                Coincidimos con Martha Kott durante el
estreno de “Morir al sol” en el Colonial (1973). Casi
no la reconocimos. Ya no era la figura del teatro
independiente ni el cine experimental. 
                Separada de Navarro se había
convertido en una diosa.
                Op. cit.

     Una paradoja. Así como en 1971 el corto “Campos
Bañados de Azul” fue la salvación de Filmoteca, en
1987 el corto “Campos Bañados de Azul” fue salvado por
el Archivo Filmoteca.
     Aunque mutilado, el telefilme fue reeditado en
octubre del 76 en un festival en Mercedes (B).
Restaurada y a colores tuvo un encore espectacular el
29 de agosto del 87 en el Claridad, un cine club sobre
avenida Córdoba entre Olleros y Maure. Más adelante
obtuvo una mención en Cipolletti. A un tris de ser
archivada, recibió el Primer Premio en el rubro
Vanguardia de la Semana Baires del 88, representando a
la República Argentina en Zagreb, Yugoeslavia, en la
UNICA 88; siempre en el rubro avant-garde. Oportunidad
en que se premió al “Programa Argentino” que este
título integró. Por el 90 hubo la remake de algunos
planos y citas en el video “Tirando la tapa de la
olla/Una vista de Silvestre Byrón” en el bloque “La
Mufa o cómo gozar la crisis”. Aparte de las tomas
empleadas en el tríptico integrado por “Una telaraña
en las pupilas”, “En el mundo de la luz” y
“Experimental”. Por gestión de Carlos Trilnick,
“Campos Bañados de Azul”, ingresaría el 27 de abril
del 90 a la videoteca del ICI-Centro Cultural,
incluída en el largo -formato video- “Proyecto
experimental: noventa minutos de ‘underground’
argentino”, otro logro del Archivo Filmoteca, en 1988.
     Cuatro años después del relanzamiento en el
Claridad, su performance en Europa y su inclusión en
el largo, nuestro “clásico” experimental fue
reestructurado el 19 de septiembre del 91 en el Cecil,
tradicional sala cinematográfica de San Telmo. Alberto
Blanco fue artífice de ese hecho. Por primera vez el
público porteño pudo ver “Campos Bañados de Azul” en
versión videográfica, cosa -hasta entonces- reservada
a élites de interés. Aquel sería su tercer
relanzamiento.
     En el 91, a veinte años de su estreno, ante la
opción de enviarla a los Estados Unidos, “Campos
Bañados de Azul” planteó un nuevo desafío: ¿“subirla”a
35 m/m o “colorizarla”por computación?  
     Silvestre Byrón, op. cit. página 139.

     REIVINDICACIÓN
     1976. Primera reedición. Entonces, a medida del
“apagón cultural” del Proceso hubo que suprimir el
crimen en la cocina y la “unión mística”. Aquello
produjo un André Gide amañado por la censura y la
coerción. Agraviante para los postulados del
experimentalismo y la opcionalidad. Los años oscuros.
     1987. Segunda reedición. De retorno al elemento
democrático se reintegró al proyecto. Esta versión
reivindicó las mutilaciones del Proceso. El
aggiornamiento.

      EL EXPERIMENTO ARGENTINO
      En “Campos Bañados de Azul” (1971), Silvestre
Byrón disuelve la diégesis cinematográfica a través de
una voz en off (la del propio autor), que tiene como
fondo el sonido de un proyector que complejiza todo el
proceso de enunciación cinematográfica. En efecto, no
es para nada habitual, en el cine de estructura
clásica, que el Enunciador  aparezca en el Enunciado. 

El resultado es una puesta en evidencia del
Dispositivo que tiene el sentido de una exposición
teorética de lo que el realizador denomina “unión
mística” entre dos personajes. En ocasiones, son los
objetos los que, descentrándose de su función
narrativa, evocan el “arte Mágico”.
      Así el relato es desarrollado
extradiegéticamente y el dispositivo de base es
denunciado como tal (aunque no seriamente afectado).
Es como un intento de volver el cine a sus elementos
mínimos, primarios o primitivos.
      Ricardo Parodi. “Apuntes Para una Teoría del
Cine Experimental Argentino”. Imagen. Buenos Aires,
12/95. 

      CINE OPCIONAL ARGENTINO
      PARA UNA POSIBLE SELECCION
      “CAMPOS BAÑADOS DE AZUL” (1971, 18’)
      JUSTIFICACIÓN HISTÓRICA: Primer trabajo de
“Filmoteca” (productora de cine independiente fundada
por Silvestre) (sic) es también, dentro de los films
hoy conservados, una de las primeras películas
filmadas con una explícita intencionalidad
experimental.
      JUSTIFICACIÓN TEÓRICA: El trabajo de una voz en
off, encargada de llevar adelante la narración, con
sus acotaciones, con sus descripciones subjetivas,
deconstruye la diégesis, exponiendo su construcción
asociativa y simbólica.
      Ricardo Parodi. Sin fecha.

      CINE EXPERIMENTAL
      A partir del próximo domingo, el Museo de Arte
Moderno ofrecerá un ciclo de cine experimental
presentado por Claudio Caldini.
      En el comienzo se exhibirán tres films de
Silvestre Byron: “Campos bañados de azul” (1971),
“Point Blank -alfabeto del diablo” (1972) y “Las
chicas de flores” (1973)
      Con austeridad y precisión, Byron realizó sus
ensayos de puesta en cuadro de breves relatos donde la
ironía señala aspectos oscuros de sus personajes en
acentuados primeros planos. El tiempo cinematográfico
dilatado, profundiza en la dimensión metafísica de lo
narrado. Los comienzos del film sonoro, el claroscuro
y la estética del film underground se recombinan para
formar una síntesis única dentro del cine experimental
argentino.
       La Nación/Vía Libre. Buenos Aires, octubre/2 al
8/97.

       CINE QUEER PRODUCCION NACIONAL
       La composición del personaje de Sergio estaba
pensada en oposición a los principios del gobierno de
Onganía. “La idea original es del 69 y el paradigma
del joven argentino según Onganía era el muchacho
católico opusdeísta, correcto, prolijo y aplicado que
envejeciera burocráticamente en algún empleo, del
hogar al casamiento y luego formar familia. Nosotros
teníamos ideas de otras cosas. Algunos venían del
movimiento de los beatniks. Otros se casaron en esa
época con los hippies y otros como yo venían del campo
del existencialismo”, explica Silvestre Byrón. 
      En “Campos bañados de azul” una voz en off
señala el tránsito del personaje de Sergio de una
“existencia profana”a una “experiencia estética del
universo”. Este tránsito está logrado a partir de una
puesta en escena que opone imágenes de la vida
hogareña de Sergio -claustrofóbicos primeros planos
que por momentos giran musicalmente como las figuras
grotescas de una calesita- con diferentes escenas
callejeras, que permiten la disgresión narrativa y se
erigen sobre la densa expresividad del plano general
que oscila entre un realismo casi documental y un
expresionismo arquitectónico al estilo de Fritz Lang y
“El gabinete del Dr. Caligari”.
      Diego Trerotola.
http://www.filmonline.com.ar/39/independiente/39queer.html
(14/3/00).

      ALGUNAS POCAS CUESTIONES 
      ACERCA DEL CINE EXPERIMENTAL ARGENTINO 
      La condición trágica y estimulante del cine
experimental argentino, es su inaccesibilidad desde un
punto de vista meramente histórico. En efecto, la
crónica no basta. No basta decir, por ejemplo, que
luego de varios intentos anteriores, solo conocidos a
través de los confusos relatos de ocasionales
espectadores en la década del cincuenta, es la
productora independiente “Filmoteca” la que comienza a
producir de manera más o menos regular, hacia fines
del sesenta, cine experimental en Argentina. De sus
primeras experiencias sólo se conserva “Campos Bañados
de Azul”, de Silvestre Byrón, filmada en 1971.
      Y ya, como decíamos, éste cortometraje de Byrón
impone la necesidad de diferenciar teóricamente el
régimen representacional experimental no sólo de lo
que, muy genéricamente, podemos denominar el Cine
Institucional, sino también del cine Moderno.    La
“historia” de “Campos...” no es actualizada, no es
narrada con los recursos tradicionales del cine
Clásico. Una constante voz en off, la del propio
realizador, no cesa de acotar, de intervenir sobre la
imagen proponiendo ideas, conceptos, generando una
otra dimensión, más allá de la serie visual. 
      Esta es una de las cuestiones que pone en juego
el llamado “Cine Experimental”, término absolutamente
incómodo toda vez que remite a un paso, a una
circunstancia casual en la búsqueda de una estructura
más estable. Por el contrario, el cine experimental es
ya una estructura que, a diferencia del cine
Institucional, opera más sobre el polo perceptual de
la imagen que sobre su costado narrativo.
Imagen-percepción, en términos de Deleuze, que implica
una afectación directa del concepto de dispositivo
Institucional en su contexto simbólico-social, en su
soporte técnico y, naturalmente, en su dimensión
ideológica.
      Desde el punto de vista del contexto
simbólico-social, afecta la idea misma del Ser del
Cine, del ritual cinematográfico, con sus espacios
específicos, las salas cinematográficas, y la función
de contención y entretenimiento que socialmente
cumple. El cine experimental intentó imponer circuitos
paralelos, centros culturales, incluso casas
particulares, de exhibición. Por otra parte, desde el
punto de vista del dispositivo técnico, los formatos
en que está realizado la casi totalidad del cine
experimental, 8mm., Super 8 y sólo en algunos casos 16
mm., marcaron en su momento una frontera entre el cine
“profesional” (que en este contexto remite
directamente a una respuesta complaciente al régimen
institucional) y el supuesto amateurismo ligado al
trabajo artesanal sobre la imagen. Todo esto no puede
sino implicar otra postura, un otro imaginario de los
objetivos y funciones de la representación
cinematográfica, en definitiva, una otra ideología.
      Ricardo Parodi. Centro de Teoría de la Imagen.
16/3/00.

      Introducción
      “Campos Bañados de Azul” toma su título y su
inspiración del libro de André Gide, “Los alimentos
terrestres”, para narrar la fuga del joven Sergio de
su casa en Villa Urquiza. Este cortometraje es un
intento de acercar la literatura al cine sin recurrir
a la adaptación; o sea, a una mera traslación de las
coordenadas narrativas del texto literario al cine. Lo
que se buscaba era extender un campo expresivo que se
postulaba en la literatura pero sin hacer cine
literario.
      Análisis
      Para realizar un análisis exhaustivo del
telefilm, lo conveniente es abordar las diferentes
áreas que lo componen para luego concluir en la
unificación de estas.
      Con respecto al tratamiento de la imagen, podría
decirse que desde la puesta en escena se logra un
claro contrapunto entre los primeros planos de la vida
casera de Sergio y las escenas callejeras en las que
la cámara logra mayor amplitud de plano y ligereza en
cuanto al movimiento. Los planos que se desarrollan en
el interior del hogar de Sergio por momentos se tornan
claustrofóbicos, los rostros en primeros planos
acompañados de la monotonía de los personajes mostrada
desde la cotidianeidad del desayuno. Transforman algo
diario y banal en una situación insoportable. Estos
acercamientos a los personajes remarcan sus lados o
aspectos oscuros.
      La estética elegida, claroscuros y ambientes de
algún modo “expresionistas”, acompañan los
sentimientos del personaje principal.
      El manejo del tiempo dentro de este apartamento
está extremadamente dilatado reforzando la relación de
esta familia.
      En cambio, en las escenas que transcurren en la
plaza la imagen cambia radicalmente. Desde la puesta
en escena (tamaño de plano) como en su tiempo y
movimiento (más veloz y ágil). A partir de este
planteo se manifiesta la sensación de libertad que
siente Sergio al escapar de ese hogar monótono y
opresor.
      Con respecto al uso expresivo del sonido, cabe
señalar que en “Campos Bañados de Azul” la voz en off
constante señala el tránsito de Sergio de una
“existencia profana” a una “experiecia estética del
universo”. Este relato nos acompaña durante casi todo
el film. Sólo en los exteriores se escucha música
clásica que remite a la libertad.
      En cuanto a los ruidos, sólo se hacen presentes
en la escena en la que Sergio lava el auto junto a su
padre. Este ruido se asemeja al goteo de una canilla y
mantiene un ritmo fijo y monocórdico que acompaña la
situación.
      Finalmente, el autor cierra la historia
mostrando nuevamente los primeros planos del film, en
los que Sergio logra la libertad. Muestra al personaje
arriba de un tren dando la sensación de inicio de una
nueva vida o viaje.
      El manejo del relato en general se puede
clasificar como narrativo, ya que desarrolla un
pequeño conflicto, logrando un desenlace. Este film
está manejado claramente desde la ironía pura
expresada en la voz en off, tanto en su tono como en
su ritmo. La gracia que logra al comentar las acciones
de los personajes es meritoria de halagos.
      María Calcagno. 3° M – CIEVYC/02.
                  Hoja de Información EAF
         http://www.geocities.com/eaf_underground




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