Luis Merchán on Tue, 18 Sep 2001 02:48:37 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] El Desquiciado Mayor



En la antesala de la inevitable represalia que el gran imperio habrá de
tomar próximamente contra el integrismo islámico, encuentro en iblnews
el siguiente artículo, que relata algunos aspectos biográficos del
más buscado personaje de esta hora confusa y siniestra que atraviesa
el pequeño planeta tierra.

Procede de http://iblnews.com/varios/torresusa/hermano_bin_laden.htm

Requiem por todas las victimas inocentes, las actuales y las que vendrán...

LEM

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Artículo "Mi hermano Bin Laden". El Mundo, 16 de septiembre.
(http://www.elmundo.es). 
                              
                Mi hermano Bin Laden 


                              
Mohammad Omar Bakri, portavoz de Bin Laden en Gran Bretaña, retrata a
su amigo, líder y hermano como el elegido para hacer triunfar el verbo de
Alá en este mundo corrupto, y como un hombre sencillo y sensible. ¿Es
cierto que dispone de tres miniartefactos nucleares? 

Sólo un movimiento islámico con fe en el martirio puede haber atacado tan
majestuosamente a los Estados Unidos». La voz respira orgullo y el tono es
rotundo, viril. Las frases son de un fanático, pero el problema es que el
hombre que habla no lo hace desde Kabul o Teherán: «También en las
mezquitas de Londres hemos celebrado este gran evento repartiendo dulces
y pasteles entre los fieles». Desde la city británica, Mohammad Omar Bakri,
portavoz de Osama bin Laden, se enorgullece de seguir al gran jefe de los
«guerrilleros». El dirigente y fundador del movimiento Al Muhajeroun, muy
extendido entre el islamismo radical británico, no se recata en proclamar
que su jefe y amigo es el autor de los atentados y dice que sólo la modestia
le impide reivindicarlo. «A los musulmanes» explica «no nos interesa
atribuirnos estos gloriosos actos. Todos, y antes que ninguno el hermano
Osama bin Laden, trabajamos por la gloria de Alá y de ningún otro». A
medida que habla, nuestro hombre se enardece con los recuerdos.
«Osama», dice,«es un hombre sencillo. A primera vista parece un tipo
cualquiera, que vive humildemente, exactamente como vivió el Profeta, pero
sus inmensas cualidades hacen de él una persona única, especial, capaz de
hacer triunfar el verbo de Alá en este mundo corrupto».

EL NUEVO MAHOMA

Bin Laden, en efecto, gusta de cultivar esta imagen «profética».Las escasas
fotos y filmaciones que se conocen de él lo muestran en el campo, en su
jaima o tienda de campaña, sentado en el suelo con las piernas cruzadas,
rodeado de sus hombres y con la cabeza cubierta casi siempre, en señal de
modestia y religiosidad. Este niño rico, que de joven conoció las excelencias
del hotel Dorchester de Londres y que recuerda sus vacaciones en la Costa
del Sol con Puerto Banús recién construido, es un hombre de costumbres
rigurosas.Se levanta todos los días a las cinco y media de la mañana,
marcada por su exclusivo reloj Rolex. Después se limpia los dientes con un
palillo de madera, el miswak de los moradores del desierto y, a
continuación, reza para recibir la fuerza que destruya a sus enemigos. En
esos instantes es capaz de sollozar y quienes lo han visto testifican que las
lágrimas le ruedan por las mejillas.Es el llanto de un obseso inmisericorde
que odia con una pasión rotunda.Para sus seguidores, sin embargo, es un
héroe popular. El multimillonario que alimenta a los pobres y que anima a
los niños a que bailen delante de él. El profeta viviente que conoce los
versos del Corán mejor que cualquier mulá islámico y que, según describe
un perfil psicológico elaborado por la CIA, ha venido al mundo para
limpiarlo de la «decadencia occidental».Osama bin Laden tiene 44 años y
rasgos atezados. Sus ojos grandes y profundos y la nariz larga revelan el
origen yemení de su padre.

También por eso es un hombre menudo y delgado, de miembros largos y
casi frágiles, muy distinto de los robustos saudíes o los asiáticos persas.
Para los yemeníes, extraordinariamente conservadores, la familia es una
tribu rígidamente sometida a la tiranía del varón, que frecuentemente
practica la poligamia. Bin Laden hace el número 17 de los 53 hijos de su
polígamo padre y tiene él mismo cuatro mujeres que se trasladan con él y la
prole a todas partes, en una huida constante que tiene por objeto evitar que
lo capturen o lo maten. Más de uno lo define como frío y cruel, pero
Mohammad Omar Bakri afirma que no hay nada autoritario ni violento en su
idolatrado jefe: «Es muy tierno», dice, «pero a la vez muy valiente, por eso
es el único que ha desafiado abiertamente a los Estados Unidos. Por eso ha
dicho sin rodeos que el Imperio del Mal tenía que pagar con un castigo
ejemplar el precio de sus ofensas al Islam».Nacido en 1957 en Riad, la
capital de Arabia Saudí, Osama tuvo una infancia y una juventud
privilegiadas. Su padre era un constructor que había hecho fortuna abriendo
carreteras en Oriente Medio y en Africa. Casado con una siria, tenía
estrechas relaciones con las casa real wahabí y dominaba un 20 por ciento
del mercado inmobiliario saudí. De cómo y dónde han invertido los
numerosos hermanos la herencia se sabe muy poco. Yeslam, hermano
mayor de Osama, controla desde 1980 diversas empresas en Suiza y ha
obtenido la ciudadanía de este país pese a las fuertes presiones
norteamericanas en contra. Parece que Osama, efectivamente, se dedicó
también al negocio inmobiliario y que una vez que rompió relaciones con
Arabia Saudí prosiguió con su actividad en Sudán.

Del Gobierno de Jartum, que encarna un integrismo cada vez más agresivo,
obtuvo el monopolio de la extracción y exportación de goma arábiga,
sustancia clave para la producción de dulces, medicinas, tinta y
pegamento.La gran pregunta es qué ha sido de este imperio desde que el
jefe se esconde por las montañas de Afganistán. Ciertas indiscreciones
permiten suponer que buena parte del dinero se ha invertido en los países
del Golfo Pérsico, sobre todo en empresas y bancos de Shataja, pero
también se han seguido pistas en Florida, Chipre, Moscú, Suiza, Albania,
Nigeria y Kenia. Mohammad Omar Bakri explica el porqué de esta
opacidad: «El patrimonio», dice, «ha crecido por varias razones. En primer
lugar una parte del capital inicial fue invertido en decenas de sociedades y
actividades en el mundo árabe, en Asia y Europa. Está administrado por
hermanos expertos y, obviamente, da muchos beneficios. Pero por otra
parte, la fe y la lucha sin cuartel de Osama contra los infieles y los
norteamericanos hace que miles de musulmanes envíen cada año su zakat
(la limosma del musulmán al imán o religioso al que sigue) a la organización.
Se trata de una suma anual de 900 millones de dólares. Todos los fondos
van destinados al triunfo del Islam. Por eso, por primera vez en la Historia,
los Estados Unidos han sido golpeados con un plan colosal, precedido por
una preparación meticulosa que exigía grandes sumas de dinero y muchos
hombres dispuestos al martirio».La novedad que aporta Bin Laden al
movimiento islamista radical se llama ecumenismo. El mundo árabe se ha
empeñado a lo largo de su historia en mil cruzadas, todas bajo la bandera
del nacionalismo, del socialismo o incluso de reivindicaciones
religioso-políticas, pero siempre sectarias. Hasta hoy.

CONTRA EL IMPERIO

Porque la estancia de Bin Laden en Sudán le sirvió para mucho más que
para gestionar el mercado de la goma arábiga. Allí conoció las tesis
teológicas del profesor Al Turabi y el nuevo movimiento empeñado en la
unidad de todos los creyentes (la Umma) por encima de matices
confesionales y en contra del Imperio del Mal. Osama Bin Laden se ha
erigido en el brazo militar de una guerra contra los infieles que persigue, a la
vez, la reconstrucción de una sociedad islámica integrista regida por la
sharia.Como explica Bakri: «Su lucha sufrió un cambio drástico en 1995,
con la fatwa (decreto religioso) por la que convocó a unirse en un frente
para luchar por la gloria del Islam y hacer triunfar la palabra de Alá en todo
el mundo. Su objetivo y el nuestro es el de izar la bandera del Islam tanto en
la infiel Londres como en Sicilia o en Andalucía. Esta unidad es la obra
maestra de Osama y sólo por esto ya se encuentra en la gloria de Alá».

En 1996, en una cumbre secreta celebrada precisamente en Londres, el
dirigente creó el «Frente Internacional Islámico de Lucha contra los Judíos y
los Cruzados», que suscitó una oleada de adhesiones. A partir de su propio
grupo, Al Qaida (La Base), formado en los 90 con los militantes que en la
década precedente habían participado en la guerrilla antisoviética en
Afganistán (jóvenes de los ricos Emiratos, de la turbulenta zona del Magreb
o de las escuelas teológicas de Pakistán y Cachemira), se creó un
movimiento mundial que hoy integra también a los talibanes del Mulah
Omar; la Harekat al Ansar pakistaní, que lucha por la independencia de
Cachemira; la Jihad islámica egipcia de Ayman Zawaharym, autora de
muchas agresiones contra turistas extranjeros; al Jeishe al Mamad, un grupo
terrorista jordano; Al Muhajeroun, del propio Mohammed Omar Bakri, y
Al Gamaa al Islamya, el grupo egipcio que ya atentó contra las torres
gemelas en 1993. Asimismo recientemente muchos integristas argelinos han
abandonado el GIA (Grupo Islámico Armado) para unirse al propio Al
Qaida.

TAMBIÉN EN EUROPA

Según Interpol, el «Frente Internacional Islámico de Lucha contra los Judíos
y los Cruzados» dispone en el Viejo Continente de una red de asociaciones
pseudo-culturales encargadas de recoger cada año 200 millones de dólares,
un dinero que en parte sufraga actividades económicas y estructuras
religiosas y culturales y en parte armas para la Jihad. En 2000, una
investigación dirigida por el magistrado italiano Stefano Dambruoso llevó a
la identificación de una de estas redes y a la detención de sus componentes
en Alemania, Italia y España, concretamente en Madrid.Este gigantesco
conglomerado siente como suyas todas las batallas del mundo islámico,
como precisa para 

CRONICA 

Mohammad Omar Bakri: «Osama sufre, como yo, tanto por los
bombardeos diarios a los que se ven sometidos nuestros hermanos y
hermanas en Irak como por la indiferencia del mundo ante las masacres
perpetradas contra nuestros hermanos en Chechenia o por el asesinato de
nuestros hermanos palestinos». Esta pasión tiene su origen en su biografía.El
privilegiado Bin Laden realizó estudios islámicos hasta 1972, en que
consiguió el título de sheik (sabio). Después completó su formación con
sendas licenciaturas en economía y en ingeniería, pero la gran inflexión de su
vida se daría con motivo de su enrolamiento, con un grupo de jóvenes
saudíes, en la guerra de Afganistán, en la lucha contra el Ejército soviético.
Aunque en 1981 regresó a Arabia Saudí, ya era otro hombre. En primer
lugar, porque se había empapado del fervor religioso de un pueblo que se
alimentaba de consignas religiosas para afrontar la batalla y, en segundo,
porque recibió una refinada y completa formación militar.«El pueblo
musulmán de Afganistán que hoy acoge a nuestro hermano», resume
Osama, «no podría traicionar a un hombre que ha dado todo para liberar a
este país del enemigo y devolverlo al camino del Islam». Pero el comentario
de Mohammed Omar Bakri omite un detalle importante: en abril de 1987,
en Peshhawar, en Pakistán, el voluntario saudí había sido contactado por
funcionarios de la CIA llegados directamente desde Estados Unidos para
entrevistarse con él.Desde ese momento se convirtió en el hombre de
confianza de la organización en la resistencia afgana: gran parte del dinero y
de las armas norteamericanas destinadas a la resistencia pasaban por sus
manos y muchos de los mujaidines llegados de todas partes del mundo
fueron entrenados por hombres de la CIA en Pakistán.Tan estrecha
colaboración entre los americanos y Osama bin Laden continuó hasta la
Guerra del Golfo. «Desde el primer momento», aclara su amigo londinense,
«Osama se opuso al sacrilegio de la presencia de tropas infieles en los
santos lugares. Su discurso se orientó tanto contra los norteamericanos
como contra el régimen corrupto de Riad, que había permitido tal
sacrilegio».Pero lo que no cambió obviamente, fue su pericia militar. La
consecuencia, hoy, es que los hombres de Osama bin Laden están muy bien
preparados.El dirigente ha creado quince campos de entrenamiento en
Afganistán, Dagestán, Sudán y Gran Bretaña. Algunos están destinados a
crear verdaderos profesionales militares. Gente capacitada en tecnologías
de la comunicación, que ha recibido entrenamiento psicológico y
sociológico.

PELIGRO NUCLEAR

Las últimas informaciones procedentes de Estados Unidos señalan que los
emisarios del magnate han logrado comprar en Ucrania tres miniartefactos
nucleares de los conocidos con las siglas RA115 y RA116. Se trata de
aparatos transportables en una maleta, de los que fueron fabricados 700
ejemplares en la Unión Soviética y de los que fuentes rusas admiten haber
perdido al menos un centenar.Es difícil calcular la potencia de la
combinación del fanatismo con el dinero, pero estos días hemos
comprobado que la mezcla puede ser fatal. Y el futuro no parece alentador
escuchando a Bakri: «En Jalalabad, en Afganistán, Osama está rodeado de
hombres como él, que creen en el martirio».Relato realizado por el
periodista Rash Erfan desde Londres 

ÉSTOS SON SUS PODERES

En la persona de Osama bin Laden confluyen cuatro factores explosivos:
capacidad intelectual, formación militar, fanatismo y una enorme
fortuna.Estudió Ingeniería y Economía y amasó dinero como constructor y
empresario. Se le calcula un patrimonio de más de 1000 millones de
dólares. El dinero está invertido en los Emiratos y en empresas del mundo
árabe, así como en sociedades dispersas por todo el mundo y administradas
por «hermanos» expertos.Como dirigente del «Frente Internacional Islámico
de Lucha contra los Judíos y los Cruzados» recibe además las limosnas de
miles de fieles musulmanes. Se dice que suman 900 millones anuales, de los
cuales al menos 200 proceden de los islamistas radicales de
Europa.Entrenado por la CIA, su pericia militar es reconocida. Ha creado
quince campos de entrenamiento en Afganistán, Dagestán, Sudán y Gran
Bretaña, dotados con todos los adelantos técnicos.

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