Santos Mercado Reyes on 30 Oct 2000 05:22:22 -0000


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Re: [nettime-lat] fidel y chavez ignoran internet


Estimados amigos
Les envío un texto en torno a la reforma educativa que necesita México y
en general todos los paises latinoamericanos. Me encantaría conocer sus
opiniones por muy duras que sean. Y les agradezco de antemano. Saludos a
todos.
Santos Mercado


PRIMER CONGRESO NACIONAL
RETOS Y EXPECTATIVAS DE LA UNIVERSIDAD EN MEXICO
12,13 Y 14 DE OCTUBRE, 2000
Sede: Hotel villa Primavera de la Universidad de Guadalajara

LA REVOLUCION EDUCATIVA
QUE
MEXICO NECESITA

LOS SUBSIDIOS DEBEN OTORGARSE A LA DEMANDA, NUNCA A LA OFERTA.
Autor: Santos Mercado Reyes
Profesor-investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana.

RESUMEN

La revolución educativa que México necesita tiene que empezar por un
cambio en su sistema de financiamiento. El problema financiero es el
punto clave para garantizar que el sistema funcione adecuadamente  o se
pervierta. No podemos seguir pensando  que basta dedicar más dinero a la
educación para lograr la calidad deseada. Tampoco se puede oscurecer la
discusión asociándola con el problema de la gratuidad. Subsidios,
propiedad gubernamental o privada, control estatal o autonomía,
masificación o elitización y gratuidad son variables independientes y
así deben ser tratadas.
Por el momento, el tema de este documento se centra en demostrar lo
inadecuado del sistema de subsidio directo a las escuelas y
universidades. Intentamos demostrar que si una escuela o universidad
recibe los recursos directamente de la mano del gobierno, ésta deja de
cumplir automáticamente los fines que se proponía, penetrando a
ambientes  de simulación. Por tal motivo, proponemos un nuevo esquema de
financiamiento a la educación que no implique el subsidio a la oferta. Y
demostraremos que este nuevo esquema produce mejor calidad, un uso más
eficiente de los recursos y mejores sueldos y salarios para la gente que
se dedica a ala educación.

INTRODUCCIÓN
Poca importancia se le ha dado al estudio de los efectos que genera el
esquema  de financiamiento en que están inmersas las  instituciones
educativas. Por esquema de financiamiento me refiero fundamentalmente al
mecanismo que tiene una persona o institución para obtener los  ingresos
que le permitirán solventar sus gastos: El obrero acude a la fábrica
para intercambiar dinero por trabajo, con el salario que obtiene compra
alimentos, zapatos, paga la renta y así logra sobrevivir; el empresario
obtiene  ingresos de la venta del bien que produce, con ellos  pagará la
mano de obra, la materia prima, el transporte, la renta del local, etc.
En ambos casos, el del obrero y el del empresario, los ingresos
provienen del cliente que compra servicios o productos. Ambos casos se
ubican en un sistema de riesgo ya que si no dan un servicio o un
producto del gusto del cliente, perderán los ingresos; el trabajador se
quedará sin comer y el empresario perderá su capital.  Este sistema de
riesgo obliga al obrero y al empresario a actuar de la mejor manera
posible para recibir el favor del cliente.

¿DE QUE VIVEN LAS ESCUELAS DE GOBIERNO?
Pero en las escuelas de gobierno el sistema de ingresos es muy
diferente. La escuela recibe los dineros directamente de la mano del
gobierno. Los profesores, secretarias, directivos, barrenderos, etc.
reciben su cheque de la Tesorería de la Federación. Es decir, los
ingresos de una escuela gubernamental no provienen de los alumnos, a
quienes se les da el servicio educativo,  sino del Estado. Este es un
esquema de financiamiento denominado  de “riesgo cero”, ya que no
importa si el cliente (los alumnos) queda satisfecho o insatisfecho pues
no hay riesgo de que la institución, o la burocracia que la dirige,
pierdan  ingresos ya que los alumnos no tienen incidencia en los
ingresos de la escuela, pues ellos no pagan nada en virtud de que
“disfrutan” del un sistema de “educación gratuita”. De  cualquier manera
los cheques llegarán seguros y puntuales y todos los trabajadores
estarán felices de cobrar su quincena. Los profesores tienen garantizado
el sueldo con plazas sindicales vitalicias y los directivos, además de
sus sueldos dispondrán de los recursos adicionales  que envía el Estado
y la escuela seguirá “funcionando” sin mayor preocupación.


¿ES IMPORTANTE SABER DE DONDE VIENE EL DINERO?
Saber de qué vive una persona o una institución es de vital importancia.
Casi es predecible el futuro que tendrá un individuo, un matrimonio, una
institución o aún un país para prever su  futuro. Sabemos que hay países
que viven del petróleo que extraen de las entrañas de la tierra. Con el
producto de la venta del petróleo en los mercados internacionales, el
gobierno de esos países construyen escuelas “gratuitas”, hospitales
“gratuitos”, casas “gratuitas” y “regala” despensas para que toda la
gente no sufra de hambre. Crean así una economía ficticia basada en el
subsidio del subsuelo. Cualquier persona con un poco de sentido común
sabe que esos países fracasarán tarde o temprano y sufrirán hambres
cuando se agoten sus  pozos petroleros, todo porque no usaron el
petróleo de manera constructiva y productiva  para desarrollar una
economía sustentada en el esfuerzo y talento personal de sus ciudadanos.
Transforman así la riqueza en desgracia de todo un pueblo.  ¿Acaso no
tenían alternativa?
Podemos decir entonces que los esquemas de financiamiento poseen más
importancia de la que solemos otorgarles.
CASO MEXICANO
El sector educativo mexicano está conformado por escuelas preprimarias,
primarias, secundarias, preparatorias, bachilleratos, vocacionales,
normales, escuelas de artes y oficios, universidades, tecnológicos, y
asociaciones civiles y estatales  dedicadas a la educación e
investigación. Hay escuelas de gobierno, de la iglesia y privadas.
Cabe decir que en  México, prácticamente toda la educación  está bajo
control del Estado, es decir, nadie puede establecer una escuela  sin
contar con la autorización del Estado, tampoco puede alguien determinar
sus propios planes y programas pues por ley se deben aplicar los que el
Estado determina. Esto quiere decir que en México existe una especie de
monopolio estatal de la educación. Veamos esto con mayor detalle.
El 80% de las escuelas son de propiedad gubernamental, el 15% son
escuelas bajo la administración de la iglesia (y por lo tanto del
Estado) y solo  5% son escuelas de propiedad privada.
Empero, en el aspecto académico, todas estas escuelas tienen que, por
ley, estar bajo el control, autorización y supervisión del Estado.
¿Cómo sobreviven estas escuelas?.
Las escuelas de gobierno, que comúnmente se les llama “públicas”
sobreviven en virtud del subsidio que les aplica el gobierno. Los
dineros que usa el Estado para subsidiar al sector educativo
gubernamental provienen básicamente de cuatro fuentes: Impuestos,
petróleo, empréstitos y señoreaje (derecho del soberano para imprimir
dinero).
Veamos a grandes rasgos cómo se desarrolla la actividad del Estado en
cuanto a educación básica.
Sea por petición de la gente, por una promesa de campaña o porque los
diseñadores de las políticas educativas del estado así lo consideran, el
gobierno decide construir una escuela en x lugar. Para ello cuenta con
las facultades constitucionales de expropiar terrenos, comprarlos o
rentar algún lugar. Para la edificación de escuelas el Estado posee sus
propias constructoras (CAPFCE, por ejemplo) quien estudia el terreno,
diseña el plan arquitectónico y entrega finalmente un bonito edificio
que será administrado por la Secretaría de Educación Pública (SEP). La
SEP se encarga de nombrar a un funcionario quien fungirá como director
del plantel. Asimismo, para llenarlo con personal docente, solicita al
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)  que le envíe
profesores para cubrir todos los grados. Además, el sindicato se encarga
de enviar secretarias, vigilantes, prefectos, barrenderos, etc. Con todo
el personal sindicalizado y funcionarios de la SEP se abren las puertas
para aceptar a los niños de primaria o secundaria.
SUBSIDIO DIRECTO  A LA OFERTA
El aspecto digno de resaltarse aquí es que esa escuela construida por el
gobierno se verá sometida a un esquema financiero que consiste en que el
personal, desde el jardinero hasta el director, quedará integrado a la
nómina del gobierno, se les considera trabajadores del estado y
recibirán los beneficios que otorga el gobierno a todos sus trabajadores
(ISSSTE, aguinaldo, FOVISSSTE, etc.). No solo serán parte de la
burocracia gubernamental sino que estarán sometidos al sindicato  más
grande de América Latina ( más de un millón de miembros). Todo este
esquema se establece así con la finalidad de que los padres de familia
no paguen de manera directa por la educación de sus hijos. No quiere
decir que los paterfamilias no paguen, lo hacen pero vía impuestos, o
con la parte de petróleo que les corresponde, con deuda o con emisión de
billetes. A todo este esquema le podemos llamar SISTEMA DE SUBSIDIO
DIRECTO A LA OFERTA.
En cuanto a las escuelas bajo administración de la iglesia se puede
decir, en términos generales que son escuelas construidas por alguna
orden religiosa apoyada por donaciones, limosnas, etc. Estos inmuebles,
por mandato constitucional no pueden ser propiedad de la iglesia ya que
ésta no puede ser propietaria de bienes inmuebles pues así reza la
Constitución Mexicana. Luego entonces, pasan a ser Propiedad Federal.
Sin embargo, la iglesia cuenta con ciertas prerrogativas. Por ejemplo,
las órdenes religiosas tienen la capacidad de nombrar directores de las
escuelas, contratar profesores, determinar sus sueldos y salarios,
decidir, con mayor autonomía, su propio crecimiento, etc. Por lo general
estas escuelas solventan sus gastos de las cuotas que se cobran a los
alumnos y de donaciones de gente altruista.
Las Escuelas privadas, las que no son propiedad del gobierno ni de la
iglesia son aquellas que tienen por dueño a quien arriesgó su capital
para comprar el terreno y edificar. Estos tienen el derecho de contratar
a sus profesores, decidir el monto de sus sueldos, y cuentan con cierta
libertad para decidir el monto de las colegiaturas. Estas escuelas no
reciben subsidio de gobierno, pero tiene que obtener el permiso del
Estado para funcionar. Los planes y programas, por ley, deben ser los
que le otorgue el Estado y deben aceptar la supervisión continua de la
autoridad gubernamental, en este caso, de la SEP.
Por lo tanto, en esencia se tiene dos modelos básicos: El de las
escuelas que viven de impuestos y el de las escuelas que viven de las
cuotas que pagan los clientes.

¿Existe alguna  diferencia significativa cuando una escuela vive de
subsidios gubernamentales que cuando vive de las cuotas que pagan los
padres de familia?
MUSICO PAGADO TOCA MAL SON
Podría pensarse que el aforismo anterior solo vale para los mariachis,
pero no, ocurre para cualquier entidad, incluso las educativas. Si usted
contrata un pintor para que coloque un color bonito en su casa,
seguramente le pagará usted hasta que termine su trabajo. ¿Qué pasaría
si usted le paga todo por adelantado? El pintor, con el dinero ya en el
bolsillo tiende a comportarse de manera diferente que cuando no le ha
pagado. Pagar por adelantado implica reducir a cero el riesgo de que el
pintor no gane. Pagar hasta que termina hace que el pintor sienta que si
no hace bien su trabajo puede ser que no le paguen. El mismo efecto se
puede observar con el sastre, el jardinero, etc. La clave de los
distintos comportamientos se encuentra en la generación de sistemas de
riesgo cero o de riesgo al 100%.
Cuando una persona penetra en un sistema de riesgo cero, juega el papel
de un burócrata cuyo ingreso es cien por ciento seguro. Pero si la
persona está inmersa en un ambiente de riesgo al 100% estará jugando el
papel de empresario.
Si una entidad vive de subsidios determinados por el presupuesto anual
del gobierno carece, naturalmente del riesgo de perder ingresos, pues ya
están otorgados. Esta es la gran diferencia que tienen con relación a
una empresa privada cuyos ingresos dependen de la satisfacción del
cliente.
La crisis educativa que viven nuestras escuelas públicas tiene su origen
en el sistema de subsidio directo. El sistema de subsidio transforma a
todo el personal educativo en burócratas del estado. Estos, ya no
necesitan preocuparse por mejorar el servicio  educativo a los niños,
recibirán su salario simplemente con desarrollar los planes y programas
del gobierno. Esta situación inhibe la creatividad, la innovación y el
mejoramiento de la educación ya que se genera un ambiente carente de la
necesidad de competir con las demás escuelas. Es un modelo sovietizado
al estilo de la desaparecida URSS, o como el que prevalece en Cuba y
Corea del Norte, ambos países fuertemente socialistas.
Por otro lado, el hecho de que los profesores reciban su salario del
gobierno también genera conductas poco convenientes hacia los alumnos y
padres de familia. Poco pueden hacer los padres de familia ante un
profesor irresponsable. Si se quejan con el director y éste pretende
llamarle la atención al maestro es posible que tenga que enfrentarse con
el sindicato pues éste se pone del lado del profesor. Además el director
será mal visto por el resto de los profesores así que opta por no mover
el agua.
Lo mismo ocurre con un mal director de escuela: los padres de familia
poseen poco poder para despedirlo y si acuden a altas autoridades es
posible que a ese director solo se le cambie de escuela, las autoridades
envían otro  y quizás termina siendo peor que el anterior.
Ni los alumnos, ni los padres de familia, ni los profesores pueden
ejercer influencia alguna para corregir  conductas inadecuadas del
personal, del director, del sindicato o de mafias que se forman en el
interior del plantel. Si un grupo de profesores decide cerrar la escuela
durante algunos meses en protesta por cualquier motivo, los padres de
familia se ven impotentes de hacer algo y con resignación tienen que
esperarse hasta que los profesores decidan volver a trabajar.
Los profesores carecen de la posibilidad de introducir cambios a los
planes y programas pues todo se debe de hacer de acuerdo al plan
oficial. Más aún, si algún profesor tiene buenos motivos para promover
cambios, es posible que en castigo se le congele con su bajo salario
durante muchos años.

SUBSIDIO vs AUTONOMÍA
No es un secreto que el mecanismo para que el gobierno tenga control
casi absoluto sobre las escuelas y universidades se ejerce a través del
presupuesto gubernamental. Las mismas autoridades educativas del país se
han percatado del daño que se provoca con un sistema educativo tan
centralizado y de allí ha surgido la idea de dejar en manos de las
entidades estatales la responsabilidad de la educación. Sin embargo,
aunque la intención parte de una preocupación legítima, no tiene
consecuencias muy profundas debido a que el gran monopolio se transforma
en 32 monopolios más pequeños…pero al fin monopolios.
Además, el hecho de que los recursos siguen saliendo del gobierno
central se incurre nuevamente en un inevitable centralismo vía subsidio,
“el que paga manda”. Luego, se requiere una estructura organizativa de
la educación fundada en un esquema financiero sano que permita a cada
escuela ejercer una auténtica autonomía para innovar, mejorar y
desarrollar mejores planes y programas.

PROPUESTAS
El nuevo esquema de financiamiento que propongo consiste en cambiar los
flujos financieros de tal manera que en lugar de que las escuelas vivan
del subsidio gubernamental, vivan de las cuotas y colegiaturas que
paguen los alumnos y  padres de familia. Para ser más preciso,  quiere
decir que ninguna escuela gubernamental debe recibir fondos públicos
directos. En otras palabras, propongo que el gobierno en lugar de
dirigir los subsidios a las escuelas, los dirija hacia los alumnos. Por
ejemplo, a través de alguna institución bancaria el alumno recibe un
cheque o bono intransferible para que éste lo coloque en la escuela
primaria que libremente haya elegido. Por supuesto, el cheque solo se
puede colocar en alguna institución educativa, no se puede hacer válido
en la tienda ni en la cantina.
Con esta propuesta no se está eliminado el sistema de educación gratuita
ya que el alumno, a pesar de que paga en la escuela de su preferencia,
en realidad a él no le cuesta, pues está recibiendo el cheque o bono del
gobierno, a través de una institución bancaria. Aquí lo importante es
que la escuela empieza a aprender a tratar al alumno como un cliente
importante al cual debe dar un buen servicio educativo pues de otra
manera el cliente se va a otra escuela y con ello la primera pierde
recursos.
Esta propuesta lleva toda la intención de transformar en juez al alumno
o padre de familia de manera que éste pueda castigar o premiar a la
institución educativa que hace mal o bien su trabajo. Con este sistema,
en realidad se está creando un sistema de riesgo donde la escuela sabe
que para vivir bien tiene que hacer mejor su trabajo. En otras palabras,
se introduce un sistema de sana competencia. Todas las escuelas estarían
interesadas en recibir y retener a la mayor cantidad de alumnos y para
ello intentarán ser mejores que las demás. De esta sana competencia los
clientes, es decir, los alumnos, serían los más beneficiados. Por
supuesto, este no es más que el primer paso para lograr una revolución
educativa en la educación básica.
En el pasado, cuando se logró romper el monopolio educativo de la
iglesia se logró una gran revolución educativa. Desdichadamente pasamos
del monopolio religioso al monopolio estatal de la educación. Hoy se
hace necesario romper este monopolio para dejar la educación en manos no
de burócratas gubernamentales, ni religiosos, sino de la sociedad, de
todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que deseen aportar el
mejor de sus esfuerzos y talentos para construir un buen sistema
educativo mexicano. Para ello se requieren las siguientes reformas
financieras.
a) Si se ha de mantener el sistema de “educación gratuita”, que no sea
subsidiando a la burocracia sino al alumno.
b) Se debe crear un fondo con recursos provenientes del sector público o
privado para financiar a todos aquellos profesores o ciudadanos que
deseen fundar escuelas privadas, desde preprimarias hasta universidades.
Es necesario preocuparse por el desarrollo del sector privado para
incrementar el nivel de competencia entre estas escuelas y con ello el
mejoramiento de la calidad así como el establecimiento de cuotas y
colegiaturas más accesibles a la población. Además nótese que con la
creación de este fondo, en realidad se estaría destinando más recursos a
la educación pero sin gastar un solo centavo ya que con el tiempo se
regresarían los dineros, incluso incrementados por la tasa de interés.
c) Es necesario crear un fondo para financiar mediante créditos a los
alumnos desde  primaria hasta postrado para que compren  sus libros,
computadoras o lo que necesiten. Que el alumno pueda disponer de
recursos financieros de manera inmediata y que el pago lo pueda hacer
cuando termine su carrera y con plazos adecuados.
CONCLUSION
El buen manejo del dinero federal (reforma a los flujos de
financiamiento) puede ser un factor detonante y  constructivo  de una
gran revolución educativa en México. Bajo mejores  esquemas de
financiamiento los dineros pueden  transformarse en  una gran palanca
para lograr un sistema educativo de calidad, a la altura de los retos
que nos impone el  mundo moderno. Las cartas están sobre la mesa:
continuar con un sistema educativo burocrático de monopolio
gubernamental o construir un sistema educativo justo, dinámico y
competitivo  en manos de  la sociedad.
Tenemos confianza en que el nuevo gobierno del Presidente Electo Vicente
Fox romperá el viejo esquema para no seguir con “más de lo mismo” y
establecerá los mecanismos adecuados para generar una gran revolución
educativa. FIN


"TRES REFORMAS NECESARIAS
PARA LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA"

Resumen

La Universidad Autónoma Metropolitana surgió mediante una  iniciativa
del gobierno populista de Luis Echeverría como una  institución
educativa del Estado. Desde entonces, la UAM asimiló la filosofía que en
ese momento prevalecía en el sector oficial,  adoptó los esquemas de
organización burocráticos  congruentes con los fines propuestos. A pesar
de su estructura piramidal y autoritaria los esfuerzos de sus profesores
e investigadores  cristalizaron en algunos éxitos que son reconocidos
más allá de nuestras fronteras. Sin embargo hoy el mundo está
cambiando,  las fronteras se están desmoronando, el nivel de competencia
se está incrementando,  se transforman las filosofías, el  protagonismo
del Estado se esta sustituyendo y todo esto exige una  redefinición de
las universidades gubernamentales. Aquí presentamos tres reformas que
consideramos necesarias para adaptarnos al nuevo mundo.
ORIGEN DE LA UAM
La Universidad Autónoma Metropolitana  como casi todas las instituciones
educativas   grandes (UACh, UNAM, IPN, UPN,  CONALEP, etc. ) que se han
creado en nuestro país desde la Revolución Mexicana han sido productos
del protagonismo gubernamental. Es decir, no han surgido como iniciativa
de uno o varios individuos emprendedores que sueñan y realizan sus
anhelos de fundar universidades usando sus propios recursos y
sometiéndose a la disciplina del mercado. El sector privado quedó
marginado o excluido  del campo educativo. ¿Por qué surgieron estas
universidades como instituciones de la burocracia estatal en lugar de
haberse fundado como producto de la actividad competitiva  de individuos
preocupados por la educación del pueblo?   ¿Acaso no había nadie fuera
del gobierno que se preocupara por instruir, educar y desarrollar al
talento mexicano? ¿Acaso sólo los que escalaban la cúpula del poder
político soñaban con tener buenas universidades en México? Una posible
explicación se encuentra en el contexto histórico que el mundo vivió en
esos tiempos.
CONTEXTO  HISTÓRICO
La revolución de 1910 tuvo como objetivo  destruir al régimen liberal de
Porfirio Díaz quien se constituía en uno de los primeros líderes
importantes de la  construcción capitalista en nuestro país. En efecto,
durante la presidencia del Díaz después de recibir una nación dividida
por las luchas internas, desalentada y en  pobreza generalizada, se dio
a la tarea de reconstruir al país dando libertad para que la gente
hiciera productivo al campo mexicano, abrió las puertas de México al
capital extranjero, la iniciativa privada construyó ferrocarriles,
telégrafos, teléfonos, se fundó la banca y la moneda mexicana tuvo curso
legal en países tan remotos como china y Rusia.
Este desarrollo capitalista produjo bienestar para mucha gente que antes
no conocía más que hambre y dolor, algunos amasaron grandes fortunas que
les permitió extenderse hacia diversas latitudes, creando nuevas
empresas o ampliando las existentes y en esa dinámica se generaban más
fuentes de empleo, más productos y más servicios que eran aprovechados,
consumidos y disfrutados por el pueblo. Los capitalistas que agotaban su
ingenio colocaban su dinero en los bancos para que otros nuevos
empresarios lo usaran para generar nuevas empresas. Por supuesto,  los
que no participaban en el juego o allí donde no llegaba el espíritu del
capitalismo, no recibían beneficio alguno, eran poblaciones que se
quedaban en la oscuridad y atraso, sobreviviendo con bajas  cosechas de
maíz y frijol.

Pero, como indica un principio de la física, a toda acción corresponde
una reacción. El desarrollo capitalista se encontró con necios enemigos.
Algunos intelectuales, quizás bienintencionados, intuían que usando el
poder del estado se podrían alcanzar niveles de desarrollo más rápidos y
extensos. En realidad, se podría decir que tenían objetivos  bastante
aceptables pero su método no lo era tanto. Así surgieron las ideas
socialistas, llenas de esperanza e imaginación de quienes las
encabezaban. Explotando el concepto marxista de clases sociales,
haciendo creer que la riqueza se logra por la explotación de unos contra
otros, adoctrinando a la gente para acabar contra el “burgués
explotador”, convenciendo hasta el delirio de que la propiedad privada
era una mala invención burguesa, etc., se lanzaron a la lucha contra
Porfirio Díaz hasta lograr su derrocamiento. A partir de ese momento
México se fue conformando como un país socialista-populista  con su
propio sello. El Estado se arrogó el derecho de manejar, conducir,
controlar y supervisar el desarrollo económico del país. Se crearon los
grandes monopolios estatales de la tierra, el agua, la costa marina, la
minería, etc. El Estado se tomó el derecho de planificar toda la vida
política y económica importante dejando a la iniciativa privada aquello
que consideraba de poca importancia. Esto requería la creación de
grandes aparatos administrativos y ejecutivos por lo que se crearon las
grandes secretarias de Estado (Secretaria de Comunicaciones y Obras
Públicas, Secretaría de Recursos Hidráulicos, Secretaría de Minería e
Industrias Extractivas, Secretaría del Patrimonio Nacional, etc.)
EDUCACION MARXISTA
Para estos grandes proyectos del nuevo estado socialista-populista
nacido de la Revolución Mexicana se requería gente educada a distintos
niveles. El gobierno necesitaba   que algunos supieran al menos leer y
escribir, otros tenían que tener una formación más compleja para
interpretar los planos de las grandes presas y carreteras que proyectaba
el Estado, otros más tenían que encargarse de la salud de los
trabajadores y sus familias para evitar el ausentismo laboral, etc.
El Estado también requería de un aparato educativo que se ocupara de la
instrucción de los niños, jóvenes y adultos de  toda la república. Así
es como surge la Secretaria de Educación Pública como un aparato de
Estado que uniformaría con la misma educación y la misma filosofía a
los mexicanos a lo largo y ancho del país. Desde entonces, el Estado se
encarga de construir escuelas primaria, secundarias, de nivel medio
superior y superior, les asigna un presupuesto y se hace cargo de la
contratación directa de profesores, trabajadores y directivos. Todo esto
en común acuerdo con los grandes sindicatos de profesores y
trabajadores. Así al presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), se le
conoce como promotor máximo  de  la educación socialista en México,
impuesta  por la fuerza del aparato de Estado.
La ideología marxista con sus tesis en contra del  capitalismo, con su
odio a los burgueses, su invitación a la destrucción de la propiedad
privada, su proclama por la destrucción del individuo, etc. se
convirtió, desde entonces,  en la nueva religión de los mexicanos en el
poder.
Toda esta filosofía permeó la naciente Universidad Nacional Autónoma de
México (1929) y otra escuelas que ya existían (Chapingo, LA ESMERALDA,
etc. Fueron surgiendo nuevas instituciones para formar profesores
socialistas (Escuelas Normales ), para formar los cuadros técnicos (
Instituto Politécnico Nacional) para que se incorporaran  principalmente
a las empresas o proyectos del Estado y para satisfacer la demanda
creciente de  educación. Este incremento respondía a la ideología
propagada por el Estado y que indicaba que solo aquellos que estudiaban
podrían ascender en la escala social. La gente asimiló la idea de que
“para ser alguien en la vida” tenía que estudiar en las escuelas y
universidades del Estado. En esta tesitura surge la Universidad Autónoma
Metropolitana.
Vale la pena  recordar que toda esta política estatal mexicana de corte
socialista y bautizada como “presidencialismo” estaba muy de acuerdo a
la ola mundial que construía economías centralizadas en todos los
rincones del mapa mundial. En Rusia triunfaban los bolcheviques (1917) y
se constituía la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), en
China el Partido Comunista había empezado desde principios del siglo un
intenso trabajo que culminó con la toma oficial del poder en 1949, en
Alemania  Adolfo Hitler líder del partido nacional-socialista crea un
aparato de Estado que no solo pretendía imponer el control centralizado
del Tercer Reich en Alemania sino en todo el mundo, lo mismo hacía
Benito Mussolini en Italia, en Inglaterra John Maynard Keynes creaba su
teoría para justificar a la burocracia estatal como los dioses de la
economía, en los mismos Estados Unidos el aparato de Estado apoyado con
ideas marxistas keynesianas aplicaba un creciente intervencionismo en
todos los aspectos de la economía, es decir, silenciosamente se
convertían al socialismo. Y México no podía ser la excepción, sin demora
se subió al tren de moda.


ADAM SMITH
En 1776  Adam Smith economista escocés escribió su monumental obra “La
riqueza de las naciones” donde postulaba la conveniencia de dejar que
los hombres desarrollaran libremente su talento para producir y
comerciar aquello que les permitiera acumular riqueza. Proponía que los
gobiernos no se entrometieran en los asuntos propios de los ciudadanos,
que cobraran impuestos mínimos, que solo se dedicaran a cuidar que los
hombres no dañaran a los demás y que el gobierno usara el monopolio de
la fuerza solo para defender las libertades de los hombres. Estas
enseñanzas, producto de la observación cuidadosa y científica de la
sociedad, encontraron una feroz resistencia de parte del poder político
y  tardaron muchos años en imponerse a las costumbres feudales de reyes
y señores.
Adam Smith bien sabía que no había razón para temer a un hombre que se
hacía rico mediante el mercado pues para ganar un centavo tenía que
satisfacer los gustos y preferencias de los consumidores, y con la
riqueza hecha necesariamente la tenía que usar en beneficio de la gente
aunque ese no fuera su propósito, ya incrementando su negocio, poniendo
sucursales, fundando nuevas empresas o simplemente prestando sus
ganancias  a otros que quisieran emprender negocios. Él sabía que a fin
de cuentas toda la actividad de los “burgueses”  terminaría beneficiando
a la sociedad.
Pero su forma de ver el mundo no se generalizó, la ciencia económica
quedó recluida a círculos muy cerrados. Nada se pudo hacer contra las
corrientes de pensamiento que enaltecían el papel del Estado, es decir
de los gobiernos. El mundo se olvidó del liberalismo económico
descubierto por Adam Smith y emprendió la carrera de alentar gobiernos
totalitarios con economías centralizadas y feudales. El discurso
marxista junto con todas las variantes autoritarias pronto tuvieron eco
en las conciencias inmaduras e inquietas  de intelectuales, escritores,
periodistas, escuelas y universidades y por supuesto de la gente del
gobierno. Prácticamente el mundo intelectual se dividió en dos clases:
los marxistas y los que creían que no eran marxistas. . Solo hasta 1944,
Friedrich von Hayek, publicaría su libro CAMINO DE SERVIDUMBRE para
advertir al mundo la senda equivocada que estaba tomando.
CRISIS DEL ESTATISMO
Las economías centralizadas y las que estaban en vía de hacerlo
empezaron a mostrar enormes dificultades para avanzar y lograr lo
prometido. Desde el tiempo de Lenin en la Unión Soviética se había
tenido que admitir la necesidad de dar cierto margen de acción para que
las economías rurales privadas produjeran granos o de otra manera
enfrentarían hambres de fatales consecuencias. El intervencionismo
estatal en los Estados Unidos provocaba ya una de las peores crisis
monetarias en 1929. México, nuevo hermano de los sistemas centralizados
pagaba ya su cuota al detener sus niveles de producción en el campo y la
ciudad. Quizás la cuota más amarga que han pagado los sistemas
centralizados sea la derrota de Adolfo Hitler, Mussolini y el mismo
Japón que en un arranque de delirio pensó que su sistema centralizador
lo podía imponer en toda Asia.
La crisis de los sistemas centralizados se hizo cada vez más
insoportables. Las rebeliones en Polonia y Checoslovaquia contra el
sistema comunista  interno y el control externo de la Unión Soviética
tuvieron que ser apagadas por la bota militar del gobierno Ruso. Sin
embargo esto no fue suficiente para detener los anhelos de libertad que
se transformaron en una fuerza incontenible. Así, un día después de la
muerte del líder comunista Mao Tze Tung los chinos empezaron a reformar
toda su economía, a desmantelar todo el esquema centralizador y hoy en
día China es una de las economías capitalistas con las tasas de
crecimiento más alto del mundo. Inglaterra, con el gobierno de Margaret
Tatcher desburocratizó su economía y dio muestras al mundo del nuevo
rumbo. Chile derrocó a su gobierno comunista para iniciar el camino a la
construcción de un capitalismo fuerte y dinámico. Lo mismo hicieron
Vietnam, Corea del Sur, Hong Kong, Malasia, incluso hoy en día la
República de Cuba empieza a reconocer las bondades del mercado, ha
liberalizado 130 renglones de la economía para permitir a los isleños
que pongan negocios privados.
PERO LOS SISTEMAS EDUCATIVOS…
Por alguna razón poco entendible se puede observar que los sistemas
educativos han jugado un papel menos dinámico, menos dispuestos al
cambio en todo este tren  de transformaciones. En general y
particularmente en México se puede observar que persiste el viejo
sistema socialista en el campo educativo. Es decir, las escuelas y
universidades son construidas y administradas por el gobierno, los
planes y programas en la educación básica son establecidos por el
Estado, los sueldos de los profesores y directivos dependen directamente
del erario. Aún cuando se da cierto margen para que la iniciativa
privada penetre en el campo educativo, el Estado se arroga el derecho de
imponer los planes y programas, supervisar y si considera conveniente,
puede clausurar cualquier escuela particular. La educación, por tanto,
se concibe como una necesidad y una obligación del Estado, para el
Estado y pagada por el Estado.

La persistencia de un sistema socialista en el campo educativo genera
daños incalculables pues provoca un desperdicio colosal de recursos, las
escuelas fácilmente se destruyen pues nadie se siente en la necesidad u
obligación de cuidarla pues no es de su propiedad, cualquier vándalo
puede destruirla pues son prácticamente tierra de nadie, se forman
mafias para apoderarse de los jugosos presupuestos que le manda el
gobierno  y se forma gente con una mentalidad que poco tiene que ver con
los tiempos modernos.
LA UAM
Ahora podemos explicarnos por qué la Universidad Autónoma Metropolitana
es en esencia una institución socialista. La UAM fue concebida,
proyectada y construida por el Estado, no por la iniciativa privada.
Sobrevivimos gracias a los fondos que nos asigna el Estado, el personal
académico y administrativo, todos, vivimos del erario público. A los
alumnos los formamos  como si fueran los futuros burócratas del Estado
socialista. Los trabajadores están sometido a las instituciones de
seguridad del gobierno (ISSSTE, FOVISSSTE). La organización
administrativa refleja una estructura feudal central que transfiere
órdenes a feudos subordinados. En otras palabras, nuestra institución se
quedó entrampada en los viejos senderos  socialistas. Esto hace que
nuestra universidad juegue un papel poco relevante y congruente con la
nueva dinámica del mundo. Una dinámica caracterizada por la liberación
del individuo del control estatal,   el desplazamiento del Estado por el
mercado, y la globalización de las economías.
TRANFORMARSE O MORIR
México no puede y no debe quedarse fuera de la fiesta. Marginarse de las
transformaciones mundiales implica asumir altos costos como los que han
pagado países tipo  Corea del  Norte y Cuba. Requerimos cambiar en
muchos renglones de nuestra economía y forma de pensar. Nuestra
universidad tendrá que transformarse y caminar de acuerdo a las nuevas
reglas del juego para no correr el riesgo de convertirnos en un costoso,
parasitario e inútil elefante blanco. ¿Qué transformaciones se
requieren?
Prescindiendo del obstáculo político señalaré tres propuestas que
constituyen las palancas básicas de cambio para poner en congruencia a
nuestra universidad con el mundo moderno
1. INTERNACIONALIZACION
 Es necesario pensar a nuestra universidad como una empresa educativa
que se mueve en un mar de competencia en el mercado universitario
internacional. Se requiere romper el viejo nacionalismo que concibe a
las universidades como un derecho casi exclusivo de los mexicanos. Hoy
en día, la producción que se genera en un lugar tiene que ser pensada
para satisfacer las necesidades y gustos de consumidores del mundo
entero y lo mismo debe pasar con  la educación. En realidad, esto ya lo
han comprendido muchas universidades y ahora están luchando por ganar el
favor del cliente mundial, no importa si este viene de argentina, China
o Africa. Se concibe a las universidades como un negocio internacional
donde cada una tiene que ganarse un lugar en el mar de competencia. Esto
no entra en conflicto con lo que llamamos “derecho a la educación”. Todo
mundo tiene derecho a la educación igual que todo mundo tiene derecho a
tomarse una o veinte cervezas, solo que tener el derecho de consumir ya
no implica el derecho de pasarle la cuenta al vecino, quiere decir que
se cambia al principio de “usted consume usted paga”. Para lograr que la
educación esté al alcance de todo mundo, se requiere crear los sistemas
de financiamiento idóneos para que los alumnos dispongan de los recursos
necesarios para pagar las colegiaturas, comprar sus libros,
computadoras, rentar casa, etc. Por fortuna cada vez se están
internacionalizando los sistemas financieros, la banca, etc., de tal
forma que ya no será problema que alguien pida crédito en Guadalajara y
estudie en Hong Kong pues la banca le hace llegar recursos hasta donde
esté y por supuesto le cobrará donde esté.
Internacionalizar a nuestra universidad exige establecer innovadores
planes y programas de estudio capaces de competir contra cualquier
universidad extranjera y aprovechar nuestras ventajas comparativas en
cuanto clima, posición geográfica, etc. para transformarnos en un foco
de atracción de clientes de todo el mundo.


2.PRIVATIZACION

En una economía de mercado, todas las empresas tienen propietarios bien
definidos. Pueden ser  personas físicas, pueden ser personas morales
como cuando varios individuos reúnen sus capitales para fundar un
negocio. Los dueños de la empresa saben que si ésta no funciona bien
pierden su capital y no hay quien los salve. Este riesgo hace que estén
atentos a todo lo que ocurre y prestos a tomar la decisión que creen más
adecuada. Puede ser que tengan éxito pero también puede ser que obtengan
fracaso. Si tiene éxito, cosecharan ganancias, si tiene fracaso deberán
absorber las  pérdidas. Este esquema se aplica a cualquier tipo de
empresa, sea de jabón, de calzado o educativa.
Con esto en mente, nos preguntamos ¿de quién es la UAM?
En efecto, nuestra universidad tiene un gran problema en cuanto a su
status de propiedad. Ningún profesor de la UAM posee algún documento que
muestre que la institución es de su propiedad, ningún rector posee el
título de propiedad, los ciudadanos comunes no poseen escrituras que
consten que la UAM es de su propiedad y los funcionarios del Estado
tampoco pueden demostrar que son dueños legítimos de la UAM.
Y es que para decir que alguien es dueño o propietario de algo, se deben
cumplir ciertas  condiciones.

a) Debe tener un título de propiedad que conste que adquirió legalmente
algo, una casa, un carro, un terreno, etc. El título de propiedad, puede
ser un documento notarial, una factura, una nota de remisión, o un
contrato de compra-venta firmado por las partes. etc.
b) El poseedor tiene el derecho absoluto e irrevocable de vender,
rentar, hipotecar, alquilar o destruir su propiedad. Es el derecho
fundamental que protege un estado liberal.
Pero, para el caso de la UAM no hay ningún ciudadano que se sienta con
el derecho de venderla, rentarla hipotecarla  o destruirla.
En otras palabras, nadie es propietario de la UAM. El discurso de que la
UAM es de todos los mexicanos es sólo un bonito discurso. Cuando algo es
de nadie es muy difícil que se conserve en buenas condiciones,
normalmente se destruye y lo mismo se observa con las escuelas mal
llamadas “públicas”.
Generalmente se dice que el Estado es el propietario de las
universidades públicas lo cual corresponde, naturalmente, al discurso
socialista hoy en plena decadencia.
Ahora bien, para cambiar el status de propiedad de la UAM se requiere
por lo tanto privatizarla que quiere decir abandonar el discurso de que
es del estado y hacer que tenga dueños de carne y hueso. Existen
diversos esquemas de privatización. Se podría vender la UAM a alguna
prestigiosa universidad extranjera, se  podría venderla a algún
capitalista mexicano o a un grupo de capitalistas mexicanos que deseen
aventurarse en el negocio de la educación universitaria. Personalmente
simpatizo con la idea de que los propios trabajadores, profesores e
investigadores la compren, pues aunque no tienen experiencia en la
administración de negocios, pueden aprender de manera rápida. ¿Cuál es
la mejor opción? Quizás una combinación de las tres.
3. CAMBIO DE FILOSOFIA
Todo el sistema educativo mexicano está uniformado por la vieja
filosofía estatal de formar profesionistas con mentalidad de empleado.
Es una filosofía directamente heredada del sueño socialista. Todavía
Cuba y Corea del Norte muestran de manera acentuada esta filosofía
formando  profesionales para que sean los futuros burócratas del Estado
Socialista. México está fuertemente contaminado con esta manera de
pensar. Por eso vemos que cuando un estudiante termina su carrera lo
único que se le ocurre es buscar trabajo. Incluso todavía se piensa que
vivir fuera del presupuesto del gobierno es un error. Podemos detectar.
Por ejemplo,  que el número de egresados de la UAM  que difieren de esta
forma de pensar y que mejor se dedicaron a hacer sus propias  empresas
es muy reducido. Además, es posible que sus empresas las hayan formado
no gracias a la universidad sino a pesar de ella.
Es digno reconocer que se han hecho intentos esporádicos para inducir
cultura empresarial entre los alumnos de la UAM, sin embargo la
estructura de la institución no permite caminar sobre esta línea y esos
programas terminan por desaparecer.
En una economía de mercado las escuelas están orientadas a formar
hombres de negocios o a proveer del conocimiento que demanda el cliente.
Nunca son obligatorias pues implicaría la violación a las libertades de
los individuos y fomentaría la creación de monopolios educativos. En una
economía libre las escuelas y universidades están orientadas para formar
gente con mentalidad independiente, creativa, innovadora, capaz de
asumir riesgos en cualquier ciencia o disciplina. En una economía
capitalista se intenta  formar  gente que cuando terminen  sus carreras
de medicina, ingeniería, educación, etc. no saldrán a buscar quién les
garantice las quincenas sino que ellos crearán nuevas fuentes de empleo,
para incrementar así la gama de servicios y productos que requiere la
sociedad. Es decir, los profesionistas entienden que para lograr la
prosperidad que desean, deben satisfacer las necesidades y preferencias
de otros ciudadanos.
En las escuelas socialistas hablar de negocios es pecado, mientras que
en las escuelas capitalistas hablar de ser burócrata es poco menos que
un insulto al intelecto.
CONCLUSION
Las tres reformas que hemos expuesto son solo el principio de  una gran
transformación que requieren todas las universidades gubernamentales y
particularmente   nuestra querida UAM para que puedan jugar un papel
interesante en este mundo de cambio. La gran pregunta es si las
universidades tienen posibilidades de emprender estas reformas desde
dentro. Si las autoridades tendrán la visión y decisión de trabajar en
este rumbo, si el sindicato logrará comprender y asimilar la necesidad
del cambio, si se contará con la colaboración de los alumnos y
profesores. La alternativa es que estas reformas las emprenda el nuevo
gobierno que encabeza el Presidente Electo Vicente Fox Quesada.


*Profesor-investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad
Azcapotzalco. MEXICO.
E-mail mrs@correo.azc.uam.mx  ,   santosmer@hotmail.com

Tel/fax 57142731, 57153145, 53189014
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